M.V.
Roliana Mercedes Sánchez
Rolianam@gmail.com
La placentitis en yeguas posee importancia significativa en la
viabilidad fetal y neonatal, siendo la causa más común de aborto tardío en yeguas. La placentitis se define
como la inflamación de la placenta que a menudo es causada por una infección
ascendente que penetra en el útero de la yegua a través del cuello uterino,
siendo responsable de un 10-40% de los abortos tardíos en yeguas; y de estos
casos un 60% son de la variedad bacteriana.
Las bacterias más frecuentemente implicadas en los
casos de placentitis incluyen: Strepococcus
equi subsp. zooepidermicus,
Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae, Pseudomona aeruginosa y especies
de Leptospiras. La ruta de infección
de estos microorganismos aun no es clara. Aspergillus
fumigatus y otras especies mucor son las más comúnmente diagnosticadas en
casos de abortos micoticos en yeguas. Mientras que la infección bacteriana
inicia enfermedad fetal, estudios recientes demostraron que el aborto puede
ocurrir secundario a inflamación del corion como consecuencia de infección
fetal. Este proceso inflamatorio resulta en la producción y liberación de
prostaglandinas (PGE2 y PGF2α) la cual estimulan la contractibilidad miometrial
resultado en aborto o parto prematuro. Sin embargo, en casos crónicos de
placentitis, el feto experimenta maduración acelerada. Estos potros nacen
prematuramente y pueden sobrevivir en el ambiente extrauterino.
Los signos clínicos de placentitis a
menudo desarrollan tarde en el curso de la enfermedad y son generalmente no
específicos. La manifestación clínica más frecuente que se encuentra es el
desarrollo prematuro de la glándula mamaria de la yegua, y con menor frecuencia
de descargas vulvares. Sin embargo, muchos casos simplemente se presentan
con aborto tardío o el nacimiento de un potro enfermo o débil.
Diagnóstico
Mientras que el diagnóstico precoz
probablemente mejorará las posibilidades de resultados clínicos positivos, los
veterinarios están actualmente limitados en sus posibilidades de diagnóstico
para placentitis.
Medición de la placenta a través de
ultrasonografía: Desde
que la técnica fue introducida en 1997, el examen de ultrasonido del útero y placenta
ha sido el pilar del diagnóstico placentitis. Las investigaciones indican
que el espesor combinado normal del útero y la placenta (ECUP) para yeguas sanas
de menos de 270 días de gestación es inferior a 7 milímetros (mm); las
yeguas con 271 a 300 días de gestación deben tener un ECUP menor a 8 mm; para
yeguas entre los días 301 y 330 deben tener un ECUP de menos de 10 mm; y
yeguas más de 330 días el ECUP debe ser menor a 12 mm. Las mediciones por
encima de los rangos normales son indicativos claros de patología uterina y por
ende de placentitis. El examen ecográfico del grosor combinado del útero y la
placenta representa la herramienta de diagnóstico y detección más sensible y
específica que pueda ser recomendada cuando se sospeche de placentitis.
Imagen ecográfica del ECUP |
Pruebas hormonales: Por medio de la medición de progesterona
en suero se puede diagnosticar o evaluar la presencia de placentitis. En
yeguas con gestaciones no comprometidas, los niveles séricos de progestágenos o
bien se elevan de forma prematura (los niveles de todas las yeguas se elevan
después de 310 días de gestación) o disminuyen gravemente, por lo general justo
antes de aborto. El aumento prematuro de los progestágenos es un indicativo de
estrés crónico para el potro, por lo general asociado a placentitis, mientras
que la caída de los niveles de progestágenos indica muerte fetal.
Análisis de SAA: Investigaciones recientes han
evaluado los niveles en sangre de las proteínas inflamatorias para identificar placentitis. Se
llevo a cabo un estudio con la proteína amiloide A sérica (SAA por sus siglas
en ingles) para identificar las yeguas con placentitis inducida
experimentalmente en la gestación tardía. Encontraron que los niveles de SAA
en suero de las yeguas aumentaron significativamente de 48-144 horas después de
la infección experimental, mientras que los niveles de SAA en las yeguas
control se mantuvieron bajas, a excepción de una corta subida cercana al parto.
Sin embargo, los niveles de SAA no son específicos de placentitis. Cualquier
inflamación o infección en el organismo pueden producir una elevación en los
niveles de SAA.
Tratamiento
Tradicionalmente los veterinarios han
utilizado una combinación de antibióticos, medicamentos anti-inflamatorios,
medicamentos inmunomoduladores, y progestágenos para tratar la placentitis. Y
la investigación reciente ha estado arrojando luz sobre qué medicamentos y
métodos de tratamiento podrían ser más eficaces.
El tratamiento consiste en la
administración en conjunto de antibióticos, siendo la primera elección y el más
ampliamente utilizado el trimetoprim-sulfametoxazol, antiinflamatorios como la
pentoxifilina y progesterona (altrenogest).
Otras opciones terapéuticas
diferentes incluyen:
Antibióticos: Algunos de los antibióticos
comunes utilizados en el tratamiento de placentitis incluyen trimetoprim-sulfametoxazol,
cefalosporinas, tetraciclinas, sulfonamidas, carboxipenicilina, y los
inhibidores de penicilina y betalactamasas, los cuales han demostrado ser
eficaces en el control de las bacterias que causan placentitis in vitro (en
el laboratorio). Estudios recientes han arrojado importante información
sobre los antibióticos.
- Gentamicina, penicilina G, y trimetoprim-sulfametoxazol. Todos pueden alcanzar concentraciones terapéuticas en el líquido alantoideo.
- Las penicilinas son "altamente eficaz" contra Streptococcus zooepidemicus, una de las bacterias más comunes aisladas en yeguas con placentitis.
- La gentamicina es eficaz contra la mayoría de las bacterias Gram-negativas que causan placentitis.
- Aunque el trimetoprim-sulfametoxazol se desempeña bien en ensayos in vitro, el medicamento no fue capaz de despejar al S. zooepidemicus de úteros de yeguas infectadas experimentalmente.
Antiinflamatorios: Entre los fármacos
antiinflamatorios el flunixin meglumine (antiinflamatorio no esteroide) ha sido
el más ampliamente utilizado en el tratamiento para placentitis. Igualmente podría
ayudar a mejorar la viabilidad del potro y al mismo tiempo prevenir la síntesis
de prostaglandinas y la luteólisis, lo que ayudaría en el mantenimiento de la
gestación. Otro antiinflamatorio utilizado es la pentoxifilina, aunque su
mecanismo de acción no se entiende bien, parece ayudar a prolongar el intervalo
entre la infección por placentitis y el parto cuando se utiliza en combinación
con trimetoprim-sulfametoxazol y altrenogest.
Los investigadores están trabajando actualmente sobre el efecto de los glucocorticoides
para mejorar la viabilidad fetal en yeguas con placentitis.
La detección temprana de la enfermedad
es una clave para el éxito del tratamiento, por lo que es importante actuar
rápidamente si se observan signos de la enfermedad, tales como desarrollo
mamario prematuro o secreción vaginal inusual.
Tomado de: Larson, E. 2013. Equine Placentitis
Update. En la revista The Horse Magazine. http://www.thehorse.com/articles/32400/equine-placentitis-update
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