M.V.
Roliana Mercedes Sánchez
Rolianam@gmail.com
Más aun, es probable que la interacción embrión-madre sea un aspecto crítico en el desarrollo embrionario, implantación y mantenimiento de la gestación. El RMG indirectamente también puede servir a la madre para evaluar la calidad del embrión, ya que embriones con anormalidades cromosómicas o que tengan alteraciones en el desarrollo por causas ambientales, tendrán una débil y/o retrasada señalización, terminando con la gestación antes de invertir en vano una considerable cantidad de valiosos recursos. Por otro lado, las fallas en la RMG pueden dar cuenta de mucha de las pérdidas embrionarias en las primeras tres semanas de gestación y de los problemas de fertilidad en la aplicación de la técnica de trasplante de embriones. La naturaleza de este proceso varía marcadamente entre las especies domésticas y en particular en el equino, donde los mecanismos que involucra se han mantenido elusivos a los investigadores, de tal manera que en la actualidad existen más preguntas que respuestas, sin embargo, este panorama está por cambiar gracias a la aplicación de técnicas de transcripción de ADN.
Mantenimiento del Cuerpo
Lúteo.
El
cuerpo lúteo es una estructura ovárica que tiene como función principal la
secreción de progesterona (P4), cuya función consiste en preparar al útero para
la implantación y mantenimiento de la preñez, aumentando la actividad de las
glándulas secretorias en el endometrio al mismo tiempo que inhibe la movilidad
del miometrio. Cuando una monta no ha sido
efectiva, el ciclo estrual normal de la yegua culmina con la regresión del
cuerpo lúteo, evento conocido como luteólisis, que involucra la pérdida de la
capacidad de sintetizar y secretar progesterona, seguida por la degeneración de
las células que lo conforman. Por consiguiente los niveles de progesterona en
la circulación sanguínea caen a niveles basales y la yegua retorna a un nuevo
estro. Si no existe embrión y no se produce en RMG, el útero materno produce
prostaglandina (hormona que tiene como función producir la luteólisis). La PGF2alfa es transportada por vía sanguínea
desde el endometrio hacia el cuerpo luteo en el ovario para ejercer su acción
luteolítica. La PGF2alfa se libera en
forma de pulsos intermitentes por el endometrio alrededor de los días 12-14
después de la ovulación, por lo que existe una regulación del momento en que en
el útero se inicia la síntesis y liberación de esta hormona.
El mantenimiento del CL y la
producción continua de progesterona es una condición crítica de la cual depende
el desarrollo temprano del embrión, implantación y el mantenimiento de la
gestación, ya que esta hormona es responsable de mantener un ambiente uterino
receptivo para que el embrión sobreviva. El embrión debe generar señales
bioquímicas que alerten su presencia en el útero materno. En las yeguas, el
embrión permanece pequeño, esférico y rodeado por una inusual capsula acelular
glicoprotéica, mientras que las otras especies el embrión experimenta una
dramática elongación que le permite interactuar una mayor extensión de la
superficie del endometrio que le garantiza su supervivencia y contribuir al mantenimiento
de la gestación. El embrión equino, en cambio, permanece suspendido en el
fluido uterino por un tiempo considerable por lo que es frecuentemente propulsado
por contracciones uterinas que lo hacen “migrar” por toda la superficie del
endometrio. La migración intrauterina
del embrión parece ser necesaria para asegurar la interacción repetida y
frecuente con una proporción considerable del endometrio.
Los equinos están incluidos dentro del grupo de especies en las cuales no
se ha identificado claramente la señal producida por el embrión para que ocurra
la RMG. A diferencia de otras especies, el embrión equino no produce cantidades
significantes de moléculas con propiedades anti luteolíticas tipo interferón,
aunque al igual que el cerdo, si secreta apreciable cantidades de estrógenos
tan tempranamente como el día 6 después de la ovulación y durante el periodo de
RMG, pero no existe una evidencia convincente que los estrógenos tengan
actividad anti-luteolítica en la yegua. Sin embargo, sí se ha demostrado la
presencia del embrión suprime el incremento cíclico normal en el número y
afinidad de los receptores de oxitocina y por lo tanto inhibe la síntesis y
secreción de PGF2alfa. Aparentemente para lograr supresión adecuada de la
PGF2alfa el embrión debe interactuar localmente con la superficie endometrial
por lo que debe permanecer en continua migración (12 a 14 veces al día toda la
superficie uterina) entre los días 9 y 16. La migración del embrión equino es
propiciada por las contracciones uterinas que a su vez son estimuladas por la
PGE que también es producida en grandes cantidades por el embrión.
Imagen ecográfica de una vesicula embrionaria de 14 días. |
Otra forma inusual y muy
temprana de RMG también ocurre en la yegua, y es que solo el embrión en
desarrollo es capaz de iniciar el transporte hacia el útero, mientras que los
óvulos no fertilizados son retenidos en la unión del itsmo con el infundíbulo
donde se degeneran lentamente. La habilidad del oviducto en diferenciar entre
óvulos no fertilizados y embriones en desarrollo se basa en la secreción de la PGE
del embrión. Cuando un embrión alcanza el estado de mórula compacta en el día
5, comienza a producir cantidades considerables de esta hormona la cual actúa
localmente para relajar la musculatura lisa circular de la pared oviductal
causando que el esfínter entre la ampolla y el itsmo se abra, permitiendo el
paso del embrión hacia el útero. De hecho, el embrión equino gasta un periodo
muy largo de 6 días en el oviducto cerca de la unión de la ampolla y el itsmo.
La terminación del RMG
clásico (prolongación exitosa de la vida del CL primario) es coincidente
temporalmente con la cesación de la migración del embrión en los días 16-17
después de la ovulación (fijación), momento en el cual la fijación parece
resultar de un continuo incremento en el diámetro del embrión combinado con un
incremento marcado en el tono uterino, con lo cual el embrión se queda alojado
en la base de uno de los cuernos uterinos. Más allá del periodo de fijación
pero antes de la formación de las copas endometriales alrededor del día 35 de
la gestación, el útero retoma la habilidad de secretar PGF2alfa en respuesta a
la estimulación con oxitocina, sugiriendo que la prevención continua de la
luteólisis en los días 18-35 debe depender de un mecanismo alternativo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario