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A diferencia de otras especies domésticas, el potrillo recién nacido se encuentra totalmente desprotegido al momento de su nacimiento. La placenta epiteliocorial de la yegua impide la transferencia de anticuerpos maternales al feto dentro del útero, por lo tanto, el potro depende enteramente de la transferencia pasiva de anticuerpos calostrales como protección contra infecciones durante las primeras semanas de vida.
El calostro es producido por la yegua preñada
durante las dos últimas semanas de gestación y hasta 24 horas después del parto.
Se diferencia de la leche en diversos aspectos, como son la viscosidad, color y
el contenido de proteínas y grasa y bajas concentraciones de lactosa. El
calostro contiene inmunoglobulinas, principalmente IgG en concentraciones de
hasta 6000 mg/dl, células inmunes maternales y citoquinas.
La inmunidad pasiva adquirida vía calostro, protege
al potrillo mientras este desarrolla su propio sistema inmunológico. El potrillo recién nacido debe recibir
calostro en las primeras 6 a 8 horas de vida, puesto que la absorción intacta
de las inmunoglobulinas que ingresan a través del epitelio intestinal empieza a
declinar a partir de las 8 horas del nacimiento. Aproximadamente un 85% de las
inmunoglobulinas se absorben en este periodo de tiempo. La no
absorción de calostro en las primeras horas de vida conlleva a una falla en la
trasferencia pasiva de anticuerpos y con ello se incrementa el riesgo de
infecciones y enfermedades.
Afortunadamente, la mayoría de las veces, el potro nace, se levanta y encuentra la ubre para amamantarse sin problemas. Sin embargo, en los casos en que esta condición no ocurra, ya sea debido a que el calostro no sea de buena calidad ni cantidad, o a que el potrillo no pueda amamantarse debido a enfermedades, se debe proteger al potro mediante la administración de calostro por tetero o por sonda nasoesofágica.
La evaluación del calostro de la yegua inmediatamente después del parto y antes de que amamante al potro puede ser útil para predecir si es probable que se produzca un falla en la transferencia pasiva de los anticuerpos. Principalmente en situaciones en las que el calostro se ha perdido debido a la eliminación prematura de la glándula mamaria, o si la calidad del calostro es pobre en calidad.
Afortunadamente, la mayoría de las veces, el potro nace, se levanta y encuentra la ubre para amamantarse sin problemas. Sin embargo, en los casos en que esta condición no ocurra, ya sea debido a que el calostro no sea de buena calidad ni cantidad, o a que el potrillo no pueda amamantarse debido a enfermedades, se debe proteger al potro mediante la administración de calostro por tetero o por sonda nasoesofágica.
La evaluación del calostro de la yegua inmediatamente después del parto y antes de que amamante al potro puede ser útil para predecir si es probable que se produzca un falla en la transferencia pasiva de los anticuerpos. Principalmente en situaciones en las que el calostro se ha perdido debido a la eliminación prematura de la glándula mamaria, o si la calidad del calostro es pobre en calidad.
Los niveles calostrales de IgG pueden estimarse utilizando un calostrimetro el cual es un instrumento que mide la densidad o peso específico de calostro. El calostro con altos niveles de IgG tiene una mayor densidad y, por tanto, una gravedad específica más alta. La determinación de la gravedad específica del calostro equino depende de la medición precisa de un volumen exacto (15 mls) de calostro. Pequeños errores en la medición del volumen conducen a la inexactitud de la determinación de la gravedad específica.
Otro método práctico para estimar la calidad del
calostro es la refractometría. Con el uso de un refractómetro para calostro
equino, (Equine colostrimeter, Jorgensen Laboratories) se mide la concentración
de sólidos disueltos en una solución. Con una pequeña cantidad de calostro colocado
y extendido sobre el prisma y llevado en dirección a una fuente de luz se puede
estimar la refracción de la luz evaluada en una escala como un porcentaje de
puntuación, el cual nos da un indicativo de la calidad del calostro evaluado
(malo, regular, bueno o muy bueno). El calostro con una baja cantidad de
sólidos disueltos (es decir, bajos niveles de IgG) tendrá una menor cantidad de
dispersión de luz y una puntuación de menor porcentaje. El calostro con altas
cantidades de sólidos disueltos (es decir, altos niveles de IgG) hará que la
dispersión de la luz sea mayor, y por ende una puntuación de porcentaje más
alto.
Si por algún
motivo el potrillo no puede amamantarse, se le debe administrar calostro
mediante la utilización de una sonda nasoesofagica lo más pronto posible
después del parto. Se requiere aproximadamente
1 gr de IgG/kg de peso corporal para incrementar las inmunoglobulinas séricas
del potro a 400 mg/dl (para un potrillo de 45 kg 1,5 litros de calostro con
niveles de IgG de 3500 mg/dl). La administración de calostro debe realizarse
cada hora a 2 horas en dosis de 250 a 300 ml.
La mayoría de los haras y criaderos de caballos
tienen por práctica el almacenamiento de calostro para casos de emergencia. Las
yeguas jóvenes multíparas por lo general poseen niveles adecuados de
inmunoglobulinas en el calostro, pudiendo ser donadoras para aquellas yeguas
que presenten bajos niveles de anticuerpos calostrales o fallen en la
producción adecuada del mismo. El calostro obtenido de la yegua donadora,
aproximadamente unos 200 a 250 ml se debe filtrar, identificar adecuadamente
luego de evaluar su calidad, rotulándolo con el nombre del ejemplar, calidad y
fecha en que fue recolectado, posteriormente se debe congelar y almacenar. El
calostro en estas condiciones puede durar hasta 18 meses. Al momento de
utilizar el calostro del “banco de almacenamiento” este se debe descongelar
lentamente en “baño de maría” a 37ºC. Si se descongela en microondas o
directamente sobre el fuego ocurre la desnaturalización de las inmunoglobulinas
y el calostro se dañaría.
Por último, cabe destacar que lo más importante en estos casos es la prevención de enfermedades en el potrillo recién nacido, siendo una práctica sencilla que no amerita altos costos y que traerá resultados beneficiosos para el futuro de la nueva cría.
Por último, cabe destacar que lo más importante en estos casos es la prevención de enfermedades en el potrillo recién nacido, siendo una práctica sencilla que no amerita altos costos y que traerá resultados beneficiosos para el futuro de la nueva cría.
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