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S. equi subsp. equi entra en el organismo por vía oro-nasal y se adhiere a las células de las criptas tonsilares palatinas y linguales. En unas pocas horas la bacteria se localiza intracelularmente en el epitelio y subepitelio folicular y migra hasta los ganglios linfáticos que drenan las regiones faríngea y tonsilar. Los factores quimiotácticos generados por la bacteria atraen gran número de polimorfonucleados neutrófilos a estos ganglios regionales, aunque el desarrollo de un absceso no será evidente hasta pasados de 3 a 5 días.
S. equi subsp. equi posee múltiples factores patogénicos (cápsula, ciertas proteínas específicas y otros aún desconocidos) que dificultan o impiden la fagocitosis de la bacteria por parte de los glóbulos blancos. Esta situación culmina con la formación de un absceso encapsulado, que contiene una acumulación de pus formada por múltiples bacterias extracelulares y enormes cantidades de neutrófilos degenerados. La eliminación final de la infección se producirá por maduración del absceso conllevando una lisis de la cápsula y un drenaje de su contenido.
Aunque las paperas afectan principalmente las vías respiratorias superiores, incluyendo faringe, bolsas guturales y los ganglios linfáticos asociados, ocasionalmente puede ocurrir una metástasis de la infección a otras localizaciones. La diseminación de la bacteria puede producirse por vía hematógena o a través de la red de canales linfáticos, lo que resulta en la abscedación de ganglios linfáticos y otros órganos de las regiones torácica y abdominal. También se han descrito metástasis en el sistema nervioso central.
La linfadenitis causada por S. equi subsp. equi puede afectar cualquier grupo de edad, aunque los signos clínicos son en general más severos en individuos jóvenes o en animales que no han tenido exposición previa a la enfermedad. La mortalidad de la enfermedad es por lo general baja (2% a 3%), mientras que la morbilidad es elevada y puede rondar el 100% de individuos en poblaciones susceptibles. La transmisión de la enfermedad se produce a través del contacto de un individuo susceptible con secreciones infectadas, ya sea por contacto directo entre animales o indirectamente mediante fómites, incluyendo el personal que maneja los animales y el material compartido (equipo, herramientas de limpieza, comederos, etc.).
Una fuente importante de contagio de la papera equina la constituyen los animales clínicamente enfermos, que eliminan la bacteria continuamente o de forma intermitente en las secreciones nasales y el pus que drena de los ganglios linfáticos infectados. La transmisión a distancia, mediante aerosoles, no parece ser una vía importante en la transmisión de esta enfermedad. Los animales convalecientes también pueden suponer una fuente de contagio, ya que la mayoría excretan S. equi subsp. equi hasta 3 a 4 semanas después de haber superado la enfermedad clínica. Una pequeña proporción de animales que se hayan recuperado de la enfermedad quedará portador asintomático de la bacteria, siendo capaz de excretarla de manera intermitente en sus secreciones nasales durante meses o incluso años.
Se puede presentar de dos formas. El cuadro clásico, más
o menos severo, desarrollado por los animales más susceptibles a la infección,
donde el periodo de incubación varía entre 1 y 14 días, dependiendo de la carga
bacteriana del inoculo y de la susceptibilidad del animal. El primer signo clínico
es la fiebre alta (hasta 42° C), acompañada de depresión y anorexia.
Posteriormente se observa el desarrollo progresivo de linfadenopatía regional,
que afecta típicamente los ganglios de la cabeza y cuello. Una linfadenopatía
severa, particularmente retrofaríngea, puede provocar disfagia y una
obstrucción parcial de las vías respiratorias superiores, lo que en casos
graves puede requerir una traqueotomía de urgencia. La inflamación regional y/o
un efecto compresivo pueden afectar al nervio laríngeo recurrente y
desarrollarse como consecuencia una hemiplejía laríngea temporl. Puede aparecer empiema de las bolsas guturales como consecuencia del drenaje de los ganglios
retrofaríngeos abscedados o simplemente secundario a la colonización bacteriana
de la zona. La colonización bacteriana
regional puede afectar también los senos paranasales, cursando la infección con
sinusitis y constituyendo una alternativa a las bolsas guturales como lugar de
persistencia de la infección. La bronconeumonía es la complicación de la
infección que a menudo tiene un pronóstico fatal.
La otra forma de presentación incluye al cuadro más leve,
que no presenta las manifestaciones “clásicas”, que afecta la mayoría de
animales infectados en un brote de paperas. Se trata de una infección
transitoria y auto limitante, a veces casi subclínica, caracterizada por signos
inespecíficos de infección de vías respiratorias altas (pirexia, depresión, linfadenopatía,
secreción nasal) pero sin el desarrollo de secuelas más importantes, como
formación de abscesos, empiema o infecciones metastásicas. Clínicamente se parece
mucho a una infección viral y a menudo no se reconoce como papera equina a
menos que se tomen muestras para identificar el agente responsable.
Durante el examen físico es importante identificar todos los linfonodos afectados, ya que esto
favorecerá la correcta monitorización de la enfermedad. La linfadenopatía
submandibular suele ser de fácil detección en el examen físico, mientras que la
retrofaríngea puede no ser evidente hasta que el tamaño de los linfonodos es
considerable o incluso necesitar de exámenes complementarios (endoscopia,
radiografía, ecografía) para su detección.
Los caballos afectados de
paperas presentan un perfil hematológico inflamatorio bastante clásico. En la
fase aguda, presentan una leucocitosis neutrofílica que se complementa
típicamente con una elevación del fibrinógeno sanguíneo a medida que los
abscesos se desarrollan. En los casos de infección metastásica, la cronicidad del
proceso puede a menudo haber moderado o normalizado el perfil leucocitario, siendo
la elevación persistente del fibrinógeno la que nos debe hacer sospechar un
proceso inflamatorio activo. Los portadores asintomáticos o los casos de empiema
de bolsas guturales crónicos a menudo no muestran anomalías en el hemograma. Es de utilidad diagnóstica
la realización del examen endoscópico, radiográfico y/o ecográfico, así como
cultivos, serología y PCR.
El tratamiento de la presentación clásica consiste en proporcionar
al paciente el reposo adecuado, un establo seco y confortable y cantidades
adecuadas de alimento de buena calidad, mientras se deja a la enfermedad seguir
su curso. Es interesante escoger ingredientes alimenticios apetitosos,
preparados en forma húmeda y/o blanda para estimular su ingestión por un animal
deprimido y favorecer su paso por una faringe inflamada y dolorosa. El agua y
el alimento deben ser de fácil acceso al caballo, siendo importante en
determinados casos situar los recipientes a una altura conveniente para
minimizar el movimiento de una garganta dolorosa.
Durante un brote de paperas, el tratamiento antibiótico inmediato
de los nuevos casos detectados en la fase aguda de la enfermedad (con sólo
fiebre y depresión, pero sin evidencia de linfadenopatía) puede ser curativo y
evitar el desarrollo de abscesos. Entre 3 y 5 días de tratamiento antibiótico
son necesarios para controlar la infección. La ventaja de este enfoque es que
se evita el engorroso proceso de maduración, drenaje y cicatrización de los ganglios
abscedados, minimizando a su vez la carga ambiental del agente infeccioso. El
inconveniente es que se evita el desarrollo de una inmunidad protectora, siendo
el animal todavía susceptible de contraer la enfermedad si se le expone a la
bacteria una vez finalizado el tratamiento antibiótico, por lo que estos pacientes
deben ser retirados a tiempo de la zona “contagiosa”. Por otro lado, la
detección temprana y tratamiento antibiótico de estos individuos en “fase
aguda” de la enfermedad puede minimizar las consecuencias potencialmente
devastadoras que un brote puede tener en instalaciones.
Una vez que aparecen signos externos de linfadenopatía en
un paciente, la antibioterapia está probablemente contraindicada. El
antibiótico tiene un acceso adecuado a la bacteria mientras el absceso no se ha
desarrollado. Una vez iniciado el proceso abscedativo, aunque la terapia
antibiótica proporcione una mejora clínica temporal de la infección ganglionar,
éste continuará su curso cuando se interrumpa el medicamento ya que una parte
de las bacterias no habrá podido ser eliminada. La terapia en estos casos debe
orientarse hacia el estímulo de la maduración del absceso, permitiendo que la enfermedad
siga su evolución natural.
Ocasionalmente, en casos en los que el animal se
encuentre severamente febril, anoréxico y disneico a causa de su
linfadenopatía, los antibióticos están indicados a fin de disminuir el tamaño
del absceso en formación y evitar complicaciones más graves. Del mismo modo, un
animal que requiera una traqueotomía debería ser puesto bajo antibioterapia de
cobertura para prevenir neumonías secundarias. Algunos clínicos creen
beneficioso comenzar una antibioterapia una vez los abscesos se han abierto, lo
que podría acelerar la recuperación, mejorar el apetito y minimizar la pérdida
de condición física.
La prevención de la enfermedad esta basada en el plan de vacunación contra el Streptococcus equi subsp. equi mediante la administración de vacunas que se encuentran disponibles comercialmente en el mercado. La primovacunación en potros se recomienda realizarla a los 6 meses de edad, con un refuerzo a los 15 a 21 días posterior a la primera administración. En los ejemplares adultos se recomienda un refuerzo anual de la vacuna.
La prevención de la enfermedad esta basada en el plan de vacunación contra el Streptococcus equi subsp. equi mediante la administración de vacunas que se encuentran disponibles comercialmente en el mercado. La primovacunación en potros se recomienda realizarla a los 6 meses de edad, con un refuerzo a los 15 a 21 días posterior a la primera administración. En los ejemplares adultos se recomienda un refuerzo anual de la vacuna.
Tomado de: 1. CESARINI
LATORRE, Carla. CORRADINI CAMPI, Ignacio. La Papera Equina: infección por Streptococcus equi subsp. equi. Revista
Equinus. Editorial Alcalanthis. Madrid, España. Vol. 2. Nro. 21. Mayo, 2008.
ESTOY TOTALMENTE LIBRE DE HEPATITIS B. DURANTE MÁS DE 5 AÑOS VIVIENDO CON ÉL
ResponderEliminarSoy Stephenie Brown, me diagnosticaron hepatitis B hace 3 años, vivía con dolor y sabía que no volvería a estar bien. Me comuniqué con tantos herbolarios sobre hierbas para curarme y terminé gastando algunos cantidad de dinero, pero nunca mejoré estaba decidido a recuperar mi estilo de vida y poder hacer cosas, tengo restricciones para hacerlo un día vi la publicación de una mujer sobre cómo el herbolario Dr. Sunday la curó del virus del VIH con su medicina herbal . Me comuniqué con el mismo Doctor a través de su correo electrónico drsundayherbalcenter@gmail.com hablamos, le dije todo lo que estaba pasando y él me dijo que no me preocupara que todo volvería a estar mejor así que preparó una medicina herbal y me la envió. a través de la empresa de mensajería DHL y me dijo la dosis, después de 13 días de completar la medicina a base de hierbas, estaba totalmente libre de hepatitis, así que fui a ver a un médico para un análisis de sangre, después de tomar una muestra de mi sangre para la prueba, el resultado salió negativo, simplemente no puedo negar que soy la mujer más feliz del mundo en este mismo momento, estoy muy feliz y gracias al Herbolario Doctor Sunday
También me dijo que cura enfermedades como cáncer, erección débil, removedor de verrugas, Hpv, herpes, fibromialgia, vih, hepatitis b, inflamación del hígado / riñón, epilepsia, infertilidad, fibromas, diabetes, dercum, copd, dolor de espalda.
Y MÁS contáctalo en
Correo electrónico ..... Drsundayherbalcenter@gmail.com
tal vez debería probar un remedio a base de hierbas para esa infección que contrajo con el centro de hierbas del Dr. Sunday, su medicina a base de hierbas realmente hizo un buen trabajo en mí, lo que nunca creí. .com
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