M.V. Roliana Mercedes Sánchez
Rolianam@gmail.com
Fotografía cortesía de Icebergrafics. Haras Los Aguacates. Venezuela |
Todos
sabemos que la nutrición juega un papel muy importante en la salud de un potro.
Es por ello que cumplir con los requisitos nutricionales de un potro es indispensable
para garantizar un adecuado crecimiento y desarrollo de los huesos. Aquí
hay algunos consejos sobre cómo ayudar a asegurar que su potrillo recibe una
correcta nutrición desde el principio.
Antes del nacimiento
La salud del potro comienza con la
yegua. Asegurar que se cumplan las necesidades nutricionales básicas de la
yegua es imprescindible. Las calorías, proteínas, vitaminas y minerales pasaran
al potro, mientras esta en el útero, y más tarde a través de la leche de la
yegua.
Las yeguas madres deben mantener una condición
corporal de 5,5 a 6,5 (en una escala de 9 puntos) durante la gestación. Las yeguas preñadas requieren más calorías
para mantener un buen peso ya que están comiendo por dos, debemos entonces
comprobar regularmente su alimentación para asegurarnos que la yegua está
recibiendo los nutrientes necesarios. Una insuficiente ingesta de minerales podría
impactar negativamente en la salud de la yegua, afectando principalmente hígado
y huesos. De igual forma, traerá consecuencias
en el desarrollo musculo-esquelético del potro, alterando el balance en el crecimiento
óseo, articular y muscular.
Las primeras 24 horas
Es de vital importancia que los
potros reciben el calostro en las primeras 24 horas de vida. El calostro,
o primera leche de la yegua, proporciona al potro proteínas y anticuerpos que
le permitirán confrontar las diversas infecciones presentes en el ambiente. Los
criadores deben tener acceso a un suministro de calostro almacenado (congelado),
en el caso de que el potro no sea capaz de mamar de su madre durante este
período de tiempo crucial.
Los primeros 30 días a tres meses
Durante este período potros consumen
leche de siete a diez veces por hora; esta debe ser la misma si el potro
está bebiendo de su madre o de un cubo (en caso de un potro huérfano). Beber
con frecuencia ayuda a prevenir trastornos digestivos como diarrea y cólicos; los
potros no deben tener más de dos horas sin amamantarse. En esta etapa los
potros no requieren de forraje (heno) o alimentos concentrados en esta etapa.
Es importante vigilar el estado físico
de la yegua madre para asegurar que se conserva el peso adecuado y sea capaz de
producir suficiente leche para mantener el potro. Si la yegua está
perdiendo peso, se deberá realizar un ajuste a la dieta.
Tres a cuatro meses
En esta etapa, los potros pueden
comenzar a consumir forrajes y alimentos combinados añadido a su dieta. Es
recomendable analizar su heno y seleccionar cuidadosamente un alimento
concentrado con el fin de asegurar que este cumpla con todos los requisitos
nutricionales. Igualmente, se debe seleccionar un concentrado específicamente
para potros y caballos jóvenes. Estos se formulan para proporcionar los
nutrientes que los potros en crecimiento necesitan.
Tomado de: Equine Guelph. 2016. Get Foal Nutrition Right From the Start.
En la revista The Horse Magazine. https://www.thehorse.com/articles/37345/get-foal-nutrition-right-from-the-start.
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