viernes, 6 de marzo de 2015

PATOLOGIAS UMBILICALES EN POTROS

M.V. Roliana Mercedes Sánchez
Rolianam@gmail.com

Onfaloflebitis

La onfaloflebitis es un problema poco frecuente en potrillos que se asocia con  el manejo inadecuado del ombligo al momento del parto y/o a un ambiente antihigiénico. Los potros débiles que se encuentran por largos periodos de tiempo en decúbito son más propensos a desarrollar este tipo de infecciones debido a una mayor exposición a las camas, el polvo y/o materia fecal. Rutinariamente se debe realizar la inmersión en el ombligo dos a tres veces al día durante 5 a 7 días con clorhexidina al 0,5% o solución de yodo-povidona. 
Cura Umbilical con solución de yodo al 7%


Las infecciones umbilicales por lo general se desarrollan en el tiempo en que el remanente umbilical se cae, alrededor de 3 o 4 semanas de edad.  Algunos potros presentan fiebre y se observa desde el ombligo drenaje de material purulento o formación de abscesos. Al examen clínico presentan leucocitosis y niveles de fibrinógeno elevado. Otros potros pueden presentar una actitud normal. El riesgo de esta enfermedad involucra el desarrollo de artritis séptica por lo que deben tratarse inmediatamente.

Los potros con infecciones umbilicales deben ser examinados mediante ecografía para determinar la gravedad de la infección, las estructuras implicadas, y la extensión de la infección. Esto determinará el tipo de tratamiento.

Los potros con infecciones umbilicales que presentan fiebre por lo general poseen un absceso en la vena umbilical, infección por anaerobios, o abscesos por Staphylococcus. La mayoría de los abscesos son externos, pero muchos implican las estructuras internas y se extienden a lo largo de las arterias y venas umbilicales. Si el absceso se drena, se realiza un cultivo para la identificación bacteriana y determinar su sensibilidad a los antibióticos. Las bacterias aisladas con mayor frecuencia son Streptococcus beta hemolítico spp. y E. coli.  La mayoría de las infecciones umbilicales responden a la antibióticoterapia. Los antibióticos más comúnmente utilizados son penicilina en combinación con gentamicina o amikacina.

Uraco Persistente

El uraco es la conexión en el útero entre la vejiga urinaria del feto y la cavidad alantoidea. En condiciones normales, esta estructura se cierra poco después del parto, y finalmente regresiona por completo. Si el uraco no se cierra, la orina sale de la región umbilical. El grado de permeabilidad es variable, y en algunos casos, sólo se observa humedecida el área del ombligo, mientras que en otros casos se observa un goteo constante o intermitente de orina. Esta condición es común en potros que son débiles, potros que luchan por levantarse, y potros con dificultad de defecar debido a retención de meconio. Un uraco patente o persistente puede dar lugar a la entrada de bacterias en el abdomen del potro y el sistema circulatorio generando una infección.


Uraco Persistente, se observa el goteo de orina vía umbilical.

Cuando esta condición está presente, debe administrársele al potro antibióticos de amplio espectro. Una opción común es la combinacion de penicila con amikacina o Trimetoprim/Sulfametoxazol (la elección del antibiótico dependerá del criterio del medico veterinario). Pueden utilizarse hisopados de químicos irritantes como el nitrato de plata, el fenol o formalina al 10% o soluciones concentradas de yodo al 20 o 40%. Su utilidad radica en estimular a la formación de tejido de granulación para el cierre del uraco.

Hay que tener cuidado en la aplicación de estos químicos ya que puede penetrar en el uraco y causar uroperitoneo, hernia omental o peritonitis. Por lo general, el nitrato de plata se pasa a no más de 1 cm del uraco. En casos refractarios que no responden a esta terapia, la cirugía bajo anestesia para ligar el uraco es necesaria.

Hernia Umbilical

Las hernias umbilicales son fácilmente palpables durante el examen del recién nacido, sin embargo, son más evidentes cuando el potro es de unas pocas semanas de edad y la grasa omental sobresale en el saco herniario. Las hernias umbilicales son raramente un problema en el recién nacido, y por lo general pueden resolverse en una fecha posterior al nacimiento.

La hernia es también llamada onfalocele y es una de las afecciones más comunes en potrillos, se describe como la desubicación de una víscera abdominal al penetrar por la apertura umbilical, puede ser epiplón o intestino. Generalmente es congénita o se presenta al poco tiempo de oclusión del ombligo (8-12 días). Se diagnostica distinguiendo a la palpación del abdomen ventral posterior, un trayecto circular (anillo), un saco y un órgano desplazándose, cuando no se distingue órgano adentro, se dice que la hernia es incompleta. El saco herniario lo forma el peritoneo parietal y otras veces es tejido conjuntivo más o menos fibroso.

El diagnóstico se realiza básicamente mediante una exploración con los dedos a través de los cuales  se precisa el anillo y su trayecto, a simple vista, en la mayoría de los casos, observamos un abultamiento en la región umbilical, el cual puede variar de tamaño con el tiempo, permanecer igual o desaparecer, lo cual es poco común según el tamaño del anillo. Es blando a la palpación, sin calor y sin dolor cuando no se ha complicado con infecciones (abscesos). Su etiología puede ser hereditaria o predisponente por debilidad de la pared abdominal y apertura del ombligo por presión intra-abdominal (hernia adquirida), la tracción del cordón umbilical, los esfuerzos violentos, diarreas crónicas u constipación abdominal propenden a la hernia umbilical. 

El tratamiento dependerá del tamaño de la hernia, del anillo y del tipo de hernia. Una vez que se observa que no habrá cura espontánea se puede recurrir a varios tratamientos.  Si la hernia es mayor a 5 cm se puede colocar un corsé para tratar que el saco herniario se reduzca y de que la pared abdominal se estimule a mantenerse contraída.

Algunos autores describen tratamientos farmacológicos, formando un plastrón fibroso subcutáneo, mediante inyección de alcohol absoluto alrededor del anillo herniario y de yodo al 10% en forma local, sin embargo esta técnica se recomienda en hernias de menos de 3 cm. Otros describen las técnicas quirúrgicas como la herniorrafia, bajo anestesia general, previa preparación, el potrillo se coloca en decúbito dorsal, se realiza una incisión en la piel y el subcutáneo de forma elíptica, se prepara el saco herniario y se ocluye con una sutura en forma de bolsa de tabaco, luego el subcutáneo y la piel.

Tomado de: PIERCE, Scott W. Foal Care From Birth to 30 Days: A Practitioner’s Perspective. Proceeding de la Convención 49th de la AAEP. New Orleáns, Luisiana, Estados Unidos de América. Vol. 49. Noviembre, 2003.

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